segunda-feira, 24 de fevereiro de 2014

 
 
Mi memoria es maldita y amarilla como un río sumido desde hace muchos años.
 
Mi memoria es maldita. Más allá, antes de la memoria, un país sin retorno, acaso sin existencia:
 
hierba muy alta y dulce, siesta en la densidad: aquella miel sobre los párpados.
 
Era la exudación y penetraba el tiempo. Los insectos se fecundaban sin cesar y la serenidad nos poseía. Pero aquel tiempo no existió: sucedió en la inmovilidad como la música antes de su división.
 
Mi memoria es maldita y amarilla como el residuo indestructible de la hiel.
 
Yo extendía membranas sobre los gritos de la inutilidad. Ésta fue mi justicia, pero qué ha quedado de mi alma?
 
No me busques en la justicia. No encontrarás mi cuerpo en iglesias ni en profecías insufribles como los tábanos en la lengua de los animales muy enfermos.
 
Mi amistad está sobre ti y tú no estás debajo de mi amistad. No soy yo el despojado: tu hermosura es tenaz pero mi cansancio es más profundo que tu hermosura.
 
 
  Gamoneda, Antonio. Esta Luz, Poesía Reunida ( 1947 - 2004 ). Barcelona: Círculo de Lectores/ Galaxia Gutemberg, 2004, pp 182 - 183.