abrazado al mutismo,
con la llovizna en mi rostro,
de regreso a casa correteando por las aceras,
debajo de la lluvia,
metiéndome en los charcos,
reaparecían las sensaciones que dese niño me embargaban

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me detenía en los torrentes venidos de los techos,
cayendo de las canoas derruidas,
yéndome con al agua,
abandonando por un momento las dudas,
la ajenidad,
el silencio,

escapando sin escapar de aquel lugar sin nombre,
del lugar sin lugar asomado en el valle,
mas allá de la bruma,
de mi extrañeza

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 Guillé, Álvaro Mata. Más Allá de la Bruma. Ciudad de México: Casa Editorial Abismos, 2017, p 15.
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